domingo, 26 de junio de 2011

La Flota Británica en el asedio de Tarragona 1811 (Segunda parte)


Part II



Entregado a la causa de Tarragona en corazón y alma, el Capitán Edward Codrington de la Royal Navy se comprometió con dar todo el apoyo posible a los asediados. Después de ver la situación por si mismo, a mediados de mayo 1811, emprendió un viaje con su barco H.M.S Blake hacia aguas de Valencia con el propósito de poner a buen uso los suministros que tenía a bordo para equipar y armar a 2000 hombres, y buscar a 300 artilleros que de manera urgente se requerían para la defensa de la cuidad.

El 7 de junio regresó a Tarragona con los refuerzos de 3 batallones de soldados de la división de Valencia bajo mando del general Miranda. Sumaron así unos 4000 hombres que fueron repartidos a bordo el HMS Blake, HMS Centaur y el HMS Invencible. Cada barco transportaba 750 hombres hacinados y el resto fueron repartidos en numerosos transportes.

Codrington escribía a su mujer en una carta en forma de diario:

los suministros que entregábamos en Tarragona la noche de nuestra llegada fueron tan oportunos, que las granadas de mano fueron llevadas del barco directamente para ser usadas contra los franceses.”

La situación no pintaba bien y el mando de la Plaza, el Marques de Campo Verde, se había ausentado de Tarragona con buena parte de las mejores tropas, para, según él, llevar a cabo un supuesto plan de atacar a los franceses desde fuera. Codrington encontró al General Sarsfield al mando de la defensa de la parte baja de la cuidad. La situación fue grave:

“El fortín pequeño llamado Francolí,  fue defendido por un joven suizo, el Coronel Roten. De sus 250 hombres, había perdido 104, sus 7 cañones destruidos y los artilleros y sus dos oficiales, muertos o heridos. No dejó su puesto hasta recibir el orden de Sarsfield, a mi petición”. Añadió: “40 obuses fueron disparados contra el fortín en un  día.

Aún con la caída de la ciudad a la vista, no todo iba como los franceses esperaban. Sarsfield hizo una salida con sus tropas, con lo cual sorprendió al enemigo en sus trincheras causando 300 bajas con tan solo una pérdida de 30 de sus hombres.


*

Observé una gran explosión en las líneas enemigas.



Las cartas de Codrington muestran su preocupación con el posible fracaso del plan de rescate de Tarragona, cuando parecía que los 4000 hombres que había traído iban a ser desviados hacia Campo Verde en Vilanova sin bajar de los barcos. Su esperanza estaba en que fueran destinados para una salida decisiva desde la Plaza asediada:

“…Decidimos desembarcar los tropas anoche…Este suceso ha animado a la Plaza considerablemente, y ahora no tengo objeción al plan.”

Mi mente esta más tranquila, y estoy seguro que la heroica gente de Tarragona dará crédito a mi determinación en su servicio. La causa de España…es la causa de Inglaterra…La escena aquí es terrorífica para el ojo y el oído no acostumbrado…Todas las máquinas de destrucción fueron empleadas toda la noche, y creo que el resultado debe ser desfavorable para los franceses. Con la máxima nobleza, la guarnición ha hecho su deber hasta ahora.”

El 18 de junio Codrington comunicó en una carta a su superior, el Almirante Cotton:

“Suchet progresa de manera asombrosa  y no se puede estar sino aprehensivo sobre las consecuencias”…

A pesar de esto;

“No veo el espíritu de la guarnición en declive, y el coraje en la lucha de guerrillas es asombroso... Ayer, justo al llegar a tierra, vi como un pobre hombre vestido en trapos corría hacia una tienda llena de mujeres y niños en la cual había botado un obús. Intentó disminuir el efecto con arena mientras sacaba a la gente. El obús explotó, al parecer, en su cara, pero no le tocó, aunque la metralla pasó cerca de nuestras cabezas. …
Con el número de heridos de los últimos días, he ordenado a los transportes a llevar tantos como sea posible a Vilanova.

 Apuntes del cuaderno de bitácora del HMS Blake:

 18 junio

7.00h Observé un gran grupo de tropas francesas desfilar hasta las líneas enemigas desde Reus. Envié Cañoneras  para molestarlos. Recibí 12 barriles de pólvora para los españoles.
Envié las Cañoneras hacia la playa para disparar toda la noche. Llegaron llenas de heridos para Vilanova. El enemigo mantiene un fuego pesado contra los españoles.

12.00h Vino a bordo Jnr McGrath herido, haciendo su deber en tierra.
 
6.00h Observé una gran explosión en las líneas enemigas.

22 junio

Envié Lanchas y Cañoneras para molestar al enemigo quien estaba excavando una trinchera cerca de las murallas de la cuidad.

Empecé a disparar contra las líneas enemigas, Escuadra haciendo lo mismo. El enemigo ha devuelto el fuego con balas de cañón y obús.

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