lunes, 27 de febrero de 2012

Los ingleses Sir Edward Codrington y Sir Charles William Doyle y su Plan de socorro a Tarragona 1811


Sir Edward Codrington

He actualizado este artículo el 19 de junio 2012 debido al descubrimiento de nueva documentación original en archivos del Reino Unido. Revelaré la fuente de la documentación más adelante.

                                              

Introducción

Existe una amplia bibliografía sobre el Asedio que marcó a Tarragona durante 56 días en 1811. Los numerosos libros describen con detalle la cronología y el desarrollo de uno de los acontecimientos más dramáticos que la ciudad ha vivido desde sus inicios. En los relatos se destaca el heroísmo y el sacrificio de la guarnición, tanto como la crueldad y ambición del enemigo. Algunos de sus protagonistas probablemente nos sean familiares; Senen de Contreras, Campo Verde, Sarsfield, Juan González y Castro, Juan Caro, son ejemplos de quienes defendían la ciudad, y por otro lado, nombres como, Suchet, Salme, Arizpe, Rogniat, y Palombini, los asediadores.…

Pero en esta bibliografía, que a primera vista parece exhaustiva, existen todavía muchas lagunas. Echamos en falta a personas involucradas también en el conflicto, tales como; Edward Codrington o Carlos Guillermo Doyle, y otros nombres no menos importantes como: Blake, Invincible, Centaur, Cambrian, Sparrowhawk, Termagant, estos últimos barcos de guerra cuyos cuadernos de bitácora aguardan en silencio en archivos británicos. 

Cuaderno de Bitácora del Blake

Hasta el momento, encontramos que el papel de la escuadra inglesa y de su gente no ha sido tratado como se debiera. En el mejor de los casos la presencia de las naves de guerra ha merecido un trato superficial, una mera mención, y en el peor, la ignorancia de los hechos ha dado lugar a la repetición de absurdos mitos oscuros y versiones erróneas de los sucesos.


Es el momento de sacar a la luz información oculta durante 200 años, y hacer especial mención de un singular episodio que resultó ser decisivo para los acontecimientos. Existió un Plan de socorro ideado por
el general Charles William Doyle y secundado por Codrington, gracias al cual el destino de la plaza hubiera podido ser diferente.

Fuentes

El testimonio que dejó el capitán de la escuadra inglesa en forma de correspondencia oficial a sus superiores, tanto como las cartas en forma de diario a su esposa, cuentan como una valerosa fuente de material donde anotaba a diario los acontecimientos mientras sucedían. Su claridad y franqueza nos revelan muchos detalles sobre el Asedio y sobre los personajes que participaron en él.  

La documentación que ha servido de base para la realización de este artículo, proviene principalmente de The Nacional Archives de Londres y The British Library. La primera fuente contiene los cuadernos de Bitácora originales de la escuadra inglesa, y la segunda guarda una rara copia de Memoir of Sir Edward Codrington, una recopilación de su correspondencia. También se ha consultado prensa inglesa de la época, el Cobbett’s Political Register y otras publicaciones como la edición norteamericana History of the war in the Peninsula, and in the south of France, from the year 1807 to the year 1814 by Sir W F P Napier (N. Y. Redfield 1856).  (Ver bibliografía completa al final).

Pero antes de detallar el Plan de socorro de los ingleses, es necesario exponer algún retazo del contexto bajo el cual fue llevado a cabo.

***

Las primeras semanas

El 10 de mayo 1811 empezaron a llegar al puerto de Tarragona barcos de guerra ingleses y transportes llenos de tropas españolas que habían embarcado en Mataró y Arenys de mar. El ejército español volvía a su base de operaciones después de luchar en una batalla en los alrededores de Figueres. No tenían otro opción que regresar por vía marítima, pues la ruta por tierra les había sido cerrada días antes cuando el ejército francés, bajo el mando del general Suchet, había completado la circunvalación de la ciudad.
Para poder burlar esta maniobra enemiga, los defensores contaban con la ayuda oportuna de la escuadra inglesa. La alianza con los británicos, sin lugar a dudas, proporcionó algo de gran valor estratégico al ejército español en aquel momento crítico, la movilidad por mar. 



Una vez en aguas de Tarragona y con las tropas ya desembarcadas en el muelle, los aliados británicos no se quedaron de brazos cruzados como meros espectadores de la tragedia, sino que tomaron parte activa en la defensa de la plaza. Los hechos sucederían así:

Entre mayo y junio 1811 varios barcos de guerra, entre ellos; Blake(74), Invincible(74), Centaur(74), Cambrian(40), Sparrowhawk(18), Termagant(18), Merope(10) (nº=cañones), iban y venían de Tarragona. La escuadra mantuvo siempre presentes al menos dos grandes barcos de guerra y varias fragatas durante todo el asedio. Frecuentemente abrían fuego con andanadas contra los franceses en el flanco derecho del río Francolí. Las naves cubrieron con su fuego a las tropas españolas de la guarnición cuando éstas atacaban los soldados del general Suchet en la llanura entre el río y la playa. Estos ataques los denominaron “salidas”.

En el puerto, los británicos descubrieron una docena de cañoneras1 aparentemente abandonadas u olvidadas por los defensores, así que las tripularon y las emplearon durante los dos largos meses del asedio, acercándolas a la playa para bombardear y hostigar a los franceses que recibían a la vez una nutrida lluvia de proyectiles de los soldados españoles parapetados en las fortificaciones del fuerte Francolí y el fuerte Orleans. El ruido en el área del puerto era incesante. Los capitanes de las naves pasaron muchos días e incluso noches en el muelle dirigiendo el fuego de las lanchas contra el enemigo común.
                                                                                             
Combates fuera de la ciudad el 14 de mayo

El martes 14 de mayo tuvo lugar una salida de la guarnición. Su objetivo era atacar un reducto que los ingenieros franceses estaban construyendo en la playa con el fin de montar cañones pesados para abrir fuego contra los barcos y alejarlos de su anclaje ventajoso.


Ese día, las naves Blake y Cambrian junto con 13 cañoneras bombardearon al enemigo enérgicamente, aportando un devastador fuego de cobertura a los soldados que salían de la cuidad para atacar a los asediadores, a la vez que desembarcaban soldados para luchar junto a la guarnición española.


El cuaderno de bitácora del Cambrian, el día 14 anotaba:

Cuaderno del Bitácora del Cambrian
 “Envié todos los barcos, tripulado y armado hacia la playa junto con los marines. Mantuve un constante fuego con nuestras andanadas (Broadsides) durante 4 horas sobre el enemigo para cubrir a las tropas españolas”.2

En el Diario de a bordo del Blake se hace similar mención el mismo día 14 sobre el desembarco de marines y el fuego de andanadas de toda la escuadra:

“4.00 Observé fuego pesado de morteros, grandes cañones y fusilería, comenzar contra las tropas enemigas desde el Olivo.
4.40 El fuego disminuyó y a las 5, solo fuego de mosquetones.
5.30. El fuego de los grandes cañones comenzó otra vez y continuaba sin cesar toda la mañana. Envié lancha para recoger agua. Volvió sin.
10.00 Preparé los marines.
10.30 Empecé a disparar contra enemigo.
11.05. Tropas españolas marchando para atacar a los franceses. General Doyle a bordo  dando tales órdenes que él juzga pueden asistir mejor a las tropas españolas.
12.05 Marines desembarcados. Señalé con telégrafo: “No disparéis antes que nosotros”. Tropas españolas llegadas a las líneas francesas. Gran número del enemigo viniendo contra ellos. Luchan contra los españoles desde sus trincheras.
1.15. Señalé: “Fuego con cautela, franceses retirando”.3

(Nota): La documentación original inglesa consultada recientemente calcula en 800 las bajas francesas en la primera semana, 500 durante las salidas en la playa y 300 delante del Olivo.
 


La actividad de los ingleses en la playa atrajo la atención del general enemigo, Suchet. El futuro mariscal francés escribió sobre “quelques débarquements” en sus memorias:

“Cependant, le 14, quelques débarquements fu
rent tentés sous la protection d'une vive canon-
nade, pendant que deux mille hommes sortis de
la place, soutenus par cent cinquante chevaux et
deux pieces de campagne, se portaient sur nos
travaux du Francoli et du rivage de la mer. Le
capitaine du génie Maillard se renferma avec les
travailleurs dans la redoute encore imparfaite, et
repoussa tous les efforts tentés contre lui.4

Desgraciadamente, esta salida de la tropa no dio el fruto deseado. Las fuerzas empleadas, 1500 soldados de infantería, 150 de caballería y dos Howitzers, no fueron suficientes en número y no lograron acercarse al reducto.
El historiador tarraconense D. José M Recasens fue crítico con esta acción en su libro Tarragona en la Guerra de la Independencia. Escribía lo siguiente:

“No lo consiguieron porque ni aun lo probaron…
…¿se practicaría acaso un reconocimiento para que el ataque fuese más glorioso cuando estuviesen mejor atrincherados?” 5

A continuación, los franceses armaron el reducto con dos cañones del calibre 24,  los cañones mas pesados de su arsenal y una verdadera amenaza para los barcos anclados e inmóviles delante de la playa. Incluso a baja velocidad, los proyectiles de aquellas piezas de artillería, que pesaban alrededor de 11 kilos, podían atravesar los cascos de madera de las naves. La escuadra inglesa y otros buques tenían que salir de su alcance o resultarían hundidos en cuestión de horas.


Estrategia francesa

Los soldados de Suchet, una vez tuvieran rodeada la cuidad, despejarían la amenaza en sus flancos antes de acercarse con trincheras al punto más débil de las murallas, el ángulo muerto próximo a la boca del río Francolí.

Pero la artillería ubicada en el Olivo, junto con la que provenía de las naves, barría a los franceses con su cruce de fuegos, dificultándoles su avance hacia las murallas. Por ello, el objetivo de los asediadores fue capturar el fortín del Olivo a la vez que alejar a la escuadra inglesa de su anclaje. Una vez logrados ambos objetivos, aplicarían un plan sistemático de asedio con trincheras y emplazamientos de cañones ideado y perfeccionado por el ingeniero militar francés Vauban en el s. XVII.



El Plan de socorro de Doyle y Codrington

Codrington, que admiraba el valor de los soldados en Tarragona,  fue muy crítico con los oficiales, especialmente con el comandante en jefe el Marqués de Campoverde, quien creía que no estaba a la altura de los acontecimientos.

Dos meses antes del asedio, el día 12 de marzo, anotaba en su diario lo siguiente:

“Las cosas no van del todo bien aquí, y me temo que mi opinión de Campo Verde se mostrará correcta…sin embargo…este lugar estará fuertemente fortificado dentro de poco…” 6  

La suma de sus dudas sobre Campo Verde junto con el alarmante progreso de los franceses hizo que Codrington, y Doyle vieran la necesidad de ir en busca de refuerzos.
El plan de buscar más tropas para Tarragona nació por iniciativa propia del general Charles William Doyle.
                                            
El Marqués de Campo Verde no tuvo nada que ver con este Plan de socorro, aunque  enviaría a Juan Caro, su Aide de Camp, en una misión similar dos semanas más tarde. (Nota) Información de la documentación nueva de Doyle: Campo Verde tenía conocimiento de la misión de buscar refuerzos pero las nuevas pruebas apuntan a que su estado mental no le permitía cumplir adecuadamente con sus funciones. Enviaba varios oficiales, uno tras el otro, con la misma misión. Doyle escribía un informe a Henry Wellesly (embajador británico) en el cual explicaba el comportamiento irracional de Campo Verde en relación a este asunto.


En realidad, Codrington y Doyle eran mejor indicados que el Marqués para esta misión debido a su amistad con el general Enrique O’Donnell, cuyo hermano Carlos O’Donnell, dirigía por aquel entonces el ejército en Valencia. Doyle había sido condecorado por el general Enrique O’Donnell con una medalla de oro en 1810 por el asalto a Bagur y Palamos.

Enrique O’Donnell, capitán general en Cataluña antes que Campo Verde, no soportaba al Marqués por haber lanzado intrigas contra él, es más, si no fuera por sus heridas, el energético general hubiese vuelto a Tarragona para echar a Campo Verde del mando.

Codrington recordaba una conversación con Enrique O’Donnell en Mallorca dos meses antes del asedio. Escribía en su diario lo siguiente:

“Yo dije; “Espero enterarme pronto que ambas balas han salido”. “Si salen”, dijo él, “las devolveré a los franceses con intereses”…
“Le dije que yo estaba seguro que él no había perdido nada de su popularidad (en Tarragona). Él dijo que sabía muy bien quienes eran los autores del abuso que había sido lanzado contra él, y que si su pierna estuviera lo suficientemente curada para poder andar, iría solo a Tarragona a echar a Campoverde y su junta de sus situaciones en una hora. Y él mantendría su palabra, creo yo”…7 

El día 16 de mayo, la nave Blake salió del muelle de Tarragona con rumbo a Valencia. Al zarpar, el capitán inglés no tenía garantías de conseguir su propósito, aún así, andaba confiado;

 
Codrington, 19 mayo: (carta en forma de diario a su esposa)


“O’Donnell, esto es, Enrique O’Donnell, mi amigo, es esperado en Valencia con su hermano…y si es así, haremos bien ...Creo que el general C. O’Donnell consentirá el plan de Doyle de enviar cantidades de sus tropas a Cataluña8

General Carlos O'Donnell
  
En un informe escrito el 15 de junio de 1811 a su superior el almirante Cotton, Codrington exponía sus esfuerzos en la tarea que tenía entre manos:

“…Mi última carta a usted con fecha del 15 de mayo le habrá informado sobre mi intención de proceder a Valencia y Alicante con el General Doyle, y ahora le he de revelar a usted el resultado exitoso de nuestra visita a estos sitios. – marchando de Tarragona el día 16, alcanzamos Peñíscola la tarde del día 17, donde al encontrar el H.M.S. Invincible con cuatro transportes vacíos en camino a Cartagena, ordené al capitán Adam a guardarse allí hasta recibir más noticias mías. Entonces, el general Doyle escribió al general O’Donnell una versión de la situación en Tarragona y sobre mi orden de hacer esperar al capitán Adam en Peníscola preparado para recibir cualquier refuerzo que él tendría el placer de enviar… Al llegar a Murviedra (Sagunto) nos encontramos con que O’Donnell ya había ordenado la embarcación de 2300 infantes y 211 artilleros, etc.,… los cuales fueron desembarcados en Tarragona el día 22. – 9

Un pasajero interesante

Cabe mencionar la presencia, entre las fuerzas que embarcaron en Murviedra de un hombre que destacó en el asedio de Tarragona. Se trata del oficial Andrés Eguaguirre, que en ese momento estaba al mando del tercer batallón de Cazadores de Valencia y que, a pesar de tener una orden real que le excusaba de acudir al asedio, decidió acudir con sus hombres.

“Inmediatamente que recibí la orden, no obstante de que había sufrido el primero y segundo sitio de la inmortal Zaragoza, y de que según real orden tenía derecho para excusarme, deseando el mejor servicio de la patria, y estimular con mi ejemplo a varios oficiales…que se hallaban en igual caso que yo, no dudé en determinarme y con el mayor entusiasmo nos hicimos todos a la vela en el navío Invencible inglés.
El pueblo de Tarragona al ver llegar a estos dos hermosos y disciplinados cuerpos, decididos a participar de sus glorias en los peligros que ya comenzaban, se llenó de placer…”10

Entrega de material de guerra en Valencia

A cambio de esta ayuda, Codrington entregó al general Carlos O’Donnell armas, pertrechos y uniformes suficientes para equipar 2000 nuevos reclutas para poder así sustituir a los soldados regulares que marchaban hacia Tarragona. También en Valencia Codrington entregó aun más suministros destinados a las tropas de Villa Campa y a los líderes de la guerrilla; Espoz y Mina y el Empecinado, con el fin de animar la actividad bélica en la retaguardia de Suchet.11

De Valencia las naves se desplazaron a Alicante para buscar suministros para Tarragona. Codrington escribió las siguientes líneas;

…”Conseguimos tantos materiales necesarios para Tarragona como cabían en el barco, además de unos 80 artilleros y una cantidad considerable de pólvora, balas, plomo, etc…, enviado en la Paloma (Corveta Española de Cartagena) en compañía de un transporte de suministros de Cádiz”.12

Esperanza

Durante el viaje de regreso a Tarragona, el Blake ancló de nuevo en Murviedro donde el general Carlos O’Donnell acudió, esta vez, con su hermano el general Enrique O’Donnell, amigo de Codrington. 

Codrington escribía lo siguiente:

“…el conde de Bisbal vino de Valencia para quedar con nosotros en una conferencia con su hermano, aunque debido a sus heridas no estaba con suficiente salud para tal viaje. El resultado de esta conferencia fue una determinación por parte del General O’Donnell de confiar a mi protección, para el socorro de Tarragona, otra división de unos 4000 hombres de sus mejores tropas bajo el Mayor general Miranda, , mientras él mismo iría con el resto de su ejército hasta las orillas del Ebro, donde…podría amenazar los diferentes depósitos de provisiones de Suchet 13.

Andrés Eguaguirre, quien embarcó con el primer grupo de refuerzos, escribía en su libro Sucesos Verdaderos del sitio y plaza de Tarragona, publicado en 1813, sobre los motivos para el cual el general Carlos O’Donnell decidió enviar el 60% de su ejército a Tarragona;

Este acreditado general conocía que de la feliz suerte de la plaza de Tarragona
pendía la de la provincia que mandaba, y aun la de toda la costa del Mediterráneo; por lo mismo hacía esfuerzos extraordinarios con grave riesgo de la provincia para coadyuvar a la defensa del Principado”.14

*
El resultado de esta conferencia fue una determinación por parte del General O’Donnell de confiar a mi protección, para el socorro de Tarragona, otra división de sus mejores tropas…
 *

Los esfuerzos de los ingleses después de tres semanas de navegación por las costas de Valencia y Alicante, tenía el potencial de aportar a la cuidad asediada una cantidad importante de refuerzos y suministros:

2300 soldados de los Cazadores de Valencia y
el primer Batallón del primer regimiento de línea de Saboya

211 artilleros de Valencia

80 artilleros de Alicante

4000 soldados de la división de Valencia bajo el mando del general Miranda.

Un total de 6300 soldados y 291 artilleros. 

 
A éstos se puede sumar 1100 británicos enviados desde Cádiz con el Coronel Skerrett, aunque demasiado tarde para ser útiles. También venía un regimiento desde Cartagena, aunque todavía no se encuentra documentación que muestre quien los hizo venir.

Desilusión

A bordo del Blake rumbo a Tarragona, los ingleses imaginaban como en breve, el plan de una gran salida de la guarnición hacia las trincheras enemigas, podría convertirse en una realidad. Pero por desgracia, la pérdida de Tarragona estaba decretada. Contra este plan de socorro se conjuraban varios elementos, los cuales, no todos, fueron promovidos por el enemigo.
Durante la noche del 28 de mayo, los franceses habían tomado por asalto el estratégico fortín del Olivo. Con la toma de este fortín exterior, los soldados de Napoleón ya podrían empezar en serio sus obras de asedio contra la parte baja de la cuidad. Además, Campoverde hizo servir la pérdida del Olivo para justificar un cambio de estrategia, y se marchó de la cuidad con la promesa de venir a socorrer a Tarragona desde fuera. Promesa que luego no cumpliría a pesar de tener casi un mes entero para organizarse.

El Marqués de Campoverde se marchó de la ciudad hacia el norte llevando consigo casi el mismo número de soldados que se encontraban de camino como refuerzos desde el sur. Al mismo tiempo, se producía un éxodo de la gente adinerada. Será éste el primero de numerosos golpes a la moral de los soldados que se encuentran en la ciudad luchando.

Pero la guarnición de Tarragona, aunque debilitada en número a consecuencia de la estrategia de Campoverde, todavía se sacrificaba a diario en combate para mantener alejados a los franceses de la parte baja de la cuidad.
 
Aun más cuando llegó el brigadier Sarsfield.
(Cambiado el 19 de junio 2012) Nuevos documentos originales de Doyle apuntan que el plan de socorro se adaptaba según las circunstancias. En concreto, cuando el Brigadier Sarsfield estaba fuera de la ciudad en mayo, los británicos pretendían que los refuerzos se unieran a él para llevar a cabo un plan de ataque a la retaguardia francesa, pero cuando más tarde, en junio, le encontraron al mando de la defensa del puerto, quisieron también dejarle el segundo grupo de refuerzos, de 4000 valencianos. Ellos dudaban de las habilidades de Campoverde, en cambio, confiaban plenamente en las de Sarsfield. Doyle pidió directamente a Carlos O’Donnell el préstamo de miles de soldados.



La interferencia de Campo Verde

Antes de confiar sus tropas a la responsabilidad del capitán inglés, el general Carlos O’Donnell, le hizo jurar la promesa solemne delante de testigos, (general Miranda, general Doyle, capitán Adam de la nave Invincible y capitán White de la nave Centaur) de solo desembarcar  la División de Valencia en la ciudad de Tarragona para llevar a cabo una “salida” con la guarnición, para después comprometerse a devolver  a los “que quedaban” 15 para proteger a Valencia. O’Donnell añadió que dimitiría de su posición si Codrington no los devolviera.

La noche del día 12 hasta la mañana del 13 de junio, los soldados de Valencia fueron desembarcados en la cuidad, después de un retraso causado por el general Miranda, quien estaba al mando. Esté había expresado su deseo de esperar las instrucciones de Campo Verde a pesar de que sus ordenes escritos decían claramente “desembarcar en la ciudad”. 17

El día siguiente (13 junio), Codrington anotó:

“…Decidimos desembarcar las tropas anoche…Este suceso ha animado a la Plaza considerablemente, y ahora no tengo objeción al plan.”
“... estoy seguro que la heroica gente de Tarragona dará crédito a mi determinación en su servicio. La causa de España, digan lo que digan nuestros oradores en casa, es la causa de Inglaterra…La escena aquí es terrorífica para el ojo y el oído no acostumbrado…” 20

Pero, Codrington se enteró de las intenciones de Campo Verde de desviar los refuerzos hacia Vilafranca. El 12 de junio, escribía a su esposa lo siguiente:

Estoy ahora preocupado y desilusionado por el fracaso anticipado del Plan de socorro para Tarragona, lo cual me temo que probablemente no será ejecutado de la manera que esperaba...”19

A continuación escribía:

“…la profunda responsabilidad que he asumido…, pesa muy fuerte sobre mi conciencia.”

Pero contra todo pronóstico, los valencianos pasaron muy poco tiempo en la ciudad. El mismo día 13 fueron reembarcados de nuevo a consecuencia de una carta enviada por el Marqués de Campoverde pidiendo que se reunieran con él “para atacar el flanco del enemigo”. Acabaron desembarcando en Villanueva para después unirse con el Marqués en Vilafranca.

El día 13 resultó ser el momento crítico pues fue cuando el Plan de socorro resultó definitivamente vetado, convirtiéndose Campoverde en la única esperanza para la ciudad.

Una semana después de la caída de Tarragona, y con 1600 de los 4000 valencianos desertados del ejército, Codrington escribía una breve y fria nota a Campoverde:

Blake, 5 de julio:

“Tengo que recordarte que por ordenar la retirada de la división de Valencia fuera de Tarragona, en violación del acuerdo que juré al traerlos, tú mismo rompiste el compromiso dado por mí  y disolviste el contrato”.21

Dudas sobre la promesa de Campo Verde

Senen de Contreras, el militar nombrado por Campo Verde para sustituirle al mando de Tarragona, a pesar de solo llevar pocos días en la plaza, tenía dudas sobre la promesa del Marqués de socorrer a la cuidad mucho antes de la caída de la misma. Lo explicó en su publicación, Noticia del Sitio y Toma de Tarragona (1813) de la siguiente forma:

“día 31, el General, el estado mayor del ejército, y los principales habitantes
salieron de la ciudad; y al dejarla, el General prometió que dentro de seis a ocho días a
más tardar, vendría con el ejército a libertar la plaza; y de acuerdo conmigo, hacer
levantar el sitio; promesa lisonjera para todos, menos para mí, que preveía bien que no se realizaría”.

El día 9 de junio, Codrington también comentó acerca de la marcha de Campo Verde. Escribió lo siguiente:

Campo Verde y el grupo que le rodea han marchado todos a Vilanueva con el fin, según ellos, para agrupar un ejército fuera… pero tal es la infame negligencia y mala organización de la horda que acompaña Campoverde, que la ciudad no puede aguantar mucho sin ayuda allí donde manda él…”22

El Marqués de Campo Verde no cumplió con su promesa de socorrer a Tarragona. El día 28 de junio, la ciudad que había resistido heroicamente durante 56 días, finalmente caía en manos del enemigo.



 *
…tal es la infame negligencia y mala organización de la horda que acompaña Campoverde…
  *

Codrington estaba indignado después de ver a Tarragona “caer en sacrificio de la imbecilidad y quizás traición”.23

El día 20 de julio 1811, escribió a Mr.Wellesley (Hermano del Duque de Wellington):

“Estaré más que dispuesto a presentarme personalmente para asistir a la justicia que merecen los numerosos y valientes hombres que caían como sacrificio a la criminalidad y la extrema negligencia de las personas aludidas.”24

Conclusión

Lo que pretende descubrir este artículo es que existió en 1811 una alternativa al plan seguido por el Marqués de Campoverde. Era un plan estratégico basado en la idea de una defensa agresiva desde dentro de la plaza empleando numerosos refuerzos. Los miles de soldados que trajeron los ingleses, junto con la guarnición, hubiesen sumado unos 18 mil soldados, si Campoverde no hubiese marchado.

Los defensores de Tarragona pudieron haber montado varias salidas de la plaza, incluso pudieron haber hecho dos salidas simultáneas el mismo día.

En cambio, el plan de Campoverde de atacar a los franceses en campo abierto, un plan que él mismo cambió con frecuencia durante los 28 días que estaba fuera, no podría tener éxito debido a la superioridad táctica de los soldados franceses y la falta de eficacia del mismo Marqués, algo que Campo Verde sabía más que nadie por su propia experiencia (Figueres). Lo que es más, el Marqués lejos de ser un general agresivo, necesario dado las circunstancias, era un hombre “Indolente e ignorante”25  según Codrington. Su plan estaba destinado al fracaso, de hecho ni llegó a probarlo.

Así pues, y en conclusión a los hechos expuestos a lo largo de este artículo, creo oportuno abordar y corregir la idea simplista mantenida hasta la actualidad, que otorga de una manera cómoda una parte de la responsabilidad de la caída de Tarragona a los mil doscientos soldados ingleses del coronel Skerrett, (2/47th, Lancashire), incluidos también en el Plan de socorro, y que llegaron dos días antes de la caída de la misma. Sin entrar en detalles sobre este puntual episodio, y si tenemos en cuenta  la visión global de los hechos, es evidente que dicha hipótesis carece de sentido.



Notas

 1 Memoir of  the life of Sir Edward Codrington. Volume 1. Longman, Green and Co 1873.  p223
 2 Cuaderno de bitácora, H.M.S. Cambrian, Nacional Archives, Kew, London
 3 Cuaderno de bitácora, H.M.S. Blake, Nacional Archives, Kew, London
 4 Mémoires Du Marechal Suchet Vol II Paris 1834. Deuxième édition.1834. p.41
 5 Tarragona en la Guerra de la Independencia - D José M Recasens. Imprenta del DIARIO 1863. p50.
 6 Memoir of Sir Edward Codrington. p203
 7 Memoir of Sir Edward Codrington. p204
 Memoir of Sir Edward Codrington p211
 9  Cobbetts political register June to December1811 VOL 20, p238
 10  Sucesos verdaderos del sitio y plaza de Tarragona por Don Andrés Eguaguirre, Valencia 1813, p4
 11  Memoir of Sir Edward Codrington p211.
12   Cobbetts political register June to December1811 VOL 20 p239
13  Cobbett’s p239
14 Sucesos verdaderos del sitio y plaza de Tarragona. Andrés Eguaguirre – 1813, p 5.
15 History of the war in the peninsula, and in the south of France, from the year 1807 to the year 1814 by Sir W F P     Napier (N. Y. Redfield 1856) (p782)
16 History of the war in the peninsula, and in the south of France, from the year 1807 to the year 1814 by Sir W F P Napier (N. Y. Redfield 1856) (p786)
17  History of the war in the peninsula, and in the south of France, from the year 1807 to the year 1814 by Sir W F P Napier (N. Y. Redfield 1856) (p786)
18 Cuaderno de Bitácora del Blake. 1811 National Archive. Londres. Para el día 12 de junio)
19 Memoir of Sir Edward Codrington p219)
20 Memoir of Sir Edward Codrington. p219)
21 History of the war in the peninsula, and in the south of France, from the year 1807 to the year 1814 by Sir W F P Napier (N. Y. Redfield 1856) (p785)
22  Memoir of Sir Edward Codrington. p218)
23  Memoir of Sir Edward Codrington, p225).
24   History of the war in the peninsula, and in the south of France, from the year 1807 to the year 1814 by Sir W F P Napier (N. Y. Redfield 1856) (p784)
25  Memoir of Sir Edward Codrington, p212.