miércoles, 23 de abril de 2014

Historia de un naufragio (1813)




En fecha 12/04/2014 se publicó un artículo en el Diari de Tarragona que escribí recientemente, y que está relacionado con las actividades de la flota británica de la cual formaban parte los barcos naufragados en Deltebre en 1813.

 



Con motivo de la recién inaugurada exposición en el Museo de Arqueología de Catalunya de Girona, donde es posible contemplar el contenido de un barco de transporte británico que tomaba parte en el asedio de Tarragona de 1813, creo oportuno relatar parte de los acontecimientos vividos por la flota de la cual formaba parte. La dramática historia que se vivió en aquel barco está relatada en los cuadernos de bitácora de la flota custodiados hoy en día en los archivos del Reino Unido.
El barco en cuestión, que actuó en aguas de Tarragona en junio de 1813 durante la Guerra de la Independencia, desempeñó un papel de abastecimiento de la escuadra de la Royal Navy, bajo órdenes del Almirante Benjamin Hallowell, quien a su vez apoyaba a las fuerzas de tierra dirigidas por el General Sir John Murray.

Almirante Benjamin Hallowell

La escuadra de Hallowell, compuesta por alrededor de 80 buques, iba armada hasta los dientes. Había barcos de transporte, cañoneras y fragatas de diferentes clases, todo ello protegido por imponentes buques de guerra tales como el Invincible, el Volcano, el Brune, el Thames y el buque insignia, el más grande de todos, HMS Malta, con 80 cañones. Tarragona no había visto tantos cañones flotantes en toda su historia, hasta el barco correo, el HMS Hyacinth, iba armado con veinte cañones.

El almirante Hallowell dirigía las operaciones de desembarque de tropas del ejército anglo-siciliano destinadas a asediar la ciudad, y coordinaba bombardeos navales sobre el enemigo, tanto los que ocupaban la ciudad de Tarragona (se pueden observar aun hoy los impactos en el lado oriental de la catedral), como las tropas francesas del Mariscal Suchet, que pretendían levantar el asedio acercándose por la costa desde Tortosa.


Con ello, significaba que los barcos de transporte de Hallowell estaban expuestos al fuego de la artillería francesa terrestre, ya que eran responsables de suministrar cuantiosas cantidades de munición a más de una docena de cañoneras que entraron en acción junto con el HMS Thames cuando interceptaron a dicha columna enemiga antes de que llegase al Coll de Balaguer.
El paso estrecho y su fortaleza se encontraban en aquel momento en manos de las fuerzas aliadas, entre las cuales había, bien atrincherados, los regimientos de Barcelona y Las Palmas, ingleses del 67 Regimiento South Hampshire, y suizos del Regimiento de Rolls.

Si tenemos en cuenta que el camino de la costa era la única vía transitable para la artillería, y que estaba expuesta al fuego naval, vemos que la escuadra de Hallowell daba una ventaja importante a los aliados y que los franceses, que estratégicamente tenían la situación en su contra.

Este resumen de la situación se enriquece si leemos el cuaderno de bitácora del HMS Thames, donde están anotados los detalles sobre el duelo de artillería y los trágicos acontecimientos que lo acompañaron.

Cuaderno de bitácora del Thames

13 de junio 1813:

A las 6, habiendo observado que un cuerpo de tropas del enemigo avanzaba con artillería, puestas todas las manos a sus puestos, levantando el ancla y aproximándose a la orilla... He dado la señal a las cañoneras para aproximarse lo más cerca posible...
A las 7 hemos empezado a disparar sobre el enemigo. Al mismo tiempo, hemos observado cómo el enemigo se acercaba a la playa con tres cañones y un howitzer y comenzaba a disparar sobre nosotros.

Pero la tragedia llegaría después de dos horas y media de tiroteo...

A las 9.30, por accidente, las cajas de pólvora se incendiaron, estallando e hiriendo a 30 hombres. Las mamparas de la cabina fueron derribadas.

A continuación, el capitán, escribiendo a pluma y tinta con letra estilizada de época, anotó el nombre de cada hombre afectado por la explosión a bordo: Mr. Oliver, Hawk, Landen, dos de nombre Fletcher, presumiblemente hermanos, Clark, Matthews, Taylor, Mowatt,... así como la gravedad de sus heridas, la mayoría severas.

Lista de marineros heridos en el HMS Thames

A las 11.30 el duelo de artillería había terminado y el Thames puso rumbo a Coll de Balaguer, donde avistó varios transportes más, anclados al lado del HMS Malta. Entonces, el capitán del buque de guerra, para ocupar con tareas a su desconsolada tripulación, la puso a trabajar, pintando el barco, como distracción, pues todos estaban ansiosos por recibir noticias del estado de sus compañeros.
Sobre las 21.30 fueron añadidos en el diario de abordo las siguientes palabras: «Ha partido de esta vida Mr. Robinson». Era el primero de los marineros que sucumbiría, víctima de las heridas, en las siguientes 48 horas. A él se unieron Mowatt, Landen, Hill, Hawks, los dos Fletcher y cuatro hombres más. Los cuerpos fueron llevados a tierra para su sepultura, cerca del Coll de Balaguer.

A partir de estos sucesos desgraciados, y a pesar de la clara ventaja estratégica que suponía contar con la escuadra británica, el general Murray, comandante en jefe de las fuerzas terrestres, perdiendo los nervios ordenó levantar el asedio. Fue entonces cuando, a su paso por Deltebre, una tormenta hizo que una parte de la escuadra naufragara. Cinco de esos barcos de transporte siguen aún donde se hundieron y, del mismo modo como nos hablan ahora los objetos de la exposición, quizás también nos hablarán algún día.

 

La exposición 'Deltebre I. Historia de un naufragio' se puede ver hasta el 22 de junio'14 en Girona.