Aunque el enfoque principal de mis
investigaciones se centra en los documentos de la época napoleónica que se
encuentran en los archivos en el Reino Unido, para el hilo conductor de esta
conferencia elegí un soldado de la artillería española, cuyo hoja de servicio
se encuentra en el Archivo Militar de Segovia.
El joven teniente de artillería, Juan
Barbaza y Fernández, se halló durante todo el sitio de la plaza de Tarragona,
estando presente en la defensa del fuerte atrincherado del Olivo, dependiente de la plaza, encontrándose allí desde que rompió
el fuego de cañón el enemigo.
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| Imagen usada en la conferencia |
Después de sobrevivir a la caída de dicha
fortificación, su hoja de servicio nos cuenta:
…Se
encontró en el fuerte avanzado “Francolí”
el primero que atacaron en la madrugada del 7 de junio y lo defendió desde las 3 y media de la mañana hasta las 7 y
media de la tarde que se le mandó retirar, quedando reducido a escombro
el fuerte y habiendo perdido 25
artilleros de los 30 que lo defendían, salvando las 7 piezas que lo
artillaban, después de haber sido desmontadas”.
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| Fortín del Francolí 1811 |
De hecho, este artillero fue destinado,
a lo largo del asedio que duró 56 días, a todos los lugares más peligrosos,
como descubre su hoja de servicio:
“...a pesar de encontrarse inútil la pierna derecha,
de oídos y contuso a consecuencia de una voladura, obteniendo por disposición
del General en jefe el grado de Capitán de la infantería al día siguiente.
Estuvo en la Luneta del Rey en el
frente atacado por la marina, encontrándose la noche que los enemigos
sorprendieron y pasaron a cuchillo la guarnición del fuerte del Principe, habiéndoles desalojado de los puntos que ocupaban, con fuego de metralla de dos
piezas y perdiendo 5 artilleros de los 8 que voluntariamente se presentaron para
este servicio”.
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| La conferencia en el Museu del Port de Tarragona |
También
se halló en el fuerte Real, en el
cual:
“...después
de ser batido, construyó á retaguardia una batería de siete piezas, con
la que consiguió flanquear los trabajos del enemigo y de la cual después de
destruida por la superioridad de sus fuegos, se retiró por orden del general
Don Pedro Sarsfield; habiéndole antes desmontado cinco piezas de los siete que
había y perdido 12 artilleros de los 34 que las servían”.
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| Artillero Español |
El suyo
era un ejemplo de coraje y sacrificio que parece que se haya olvidado en las
nieblas del tiempo. Seguía luchando hasta el día que cayó la ciudad:
“Así
mismo se halló en el extremo del frente atacado de la plaza en el puerto de San Juan y baluartes de San Pablo hasta 28 de
junio que habiendo sido tomada por asalto quedo prisionero de guerra, siendo uno de los siete oficiales que quedaron de los cuarenta y tantos que empezaron la
defensa”.
“Continuó
prisionero y preso en un castillo en
Francia, no habiendo podido llegar a España en las dos veces que se fugó”.
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| Diari de Tarragona 30 de abril 2015 |
La trayectoria de este artillero de la Guerra
de la Independencia es aún más increíble si tenemos en cuenta su corta edad,
tenía solo veinte años.
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